LO QUE USTED PUEDE HACER
Casi
todos los días las noticias cuentan historias sobre niños que cometen actos de
violencia, a menudo contra otros niños.
Las
investigaciones indican que la conducta violenta o agresiva suele aprenderse a
una edad temprana. Sin embargo, los padres, familiares y otras personas que
cuidan niños pueden ayudarles a aprender cómo enfrentar sus emociones sin usar
la violencia. Los padres y otras personas pueden también tomar medidas para
reducir o minimizar la violencia.
Sugerencias
para tratar con los niños
Los
padres desempeñan un papel valioso para reducir la violencia al criar sus hijos
en hogares seguros y llenos de afecto. Aquí presentamos algunas sugerencias que
pueden resultar útiles. Es posible que no pueda seguir cada una exactamente,
pero hacer todo lo que esté a su alcance supondrá una gran diferencia en las
vidas de sus hijos.
Brinde
a sus hijos amor y atención constantes
Cada
niño necesita una relación fuerte y afectuosa con un padre u otro adulto para
sentirse seguro y desarrollar un sentido de confianza. Hay menos probabilidad
de que se desarrollen problemas de conducta y delincuencia en niños cuyos
padres participan en sus vidas, en especial a una corta edad.
No
es fácil demostrarle amor a un niño todo el tiempo. Puede resultar incluso más
difícil si usted es joven, no tiene experiencia, su familia es monoparental, o
si su hijo está enfermo o tiene necesidades especiales. Si su bebé parece
sumamente difícil de cuidar y consolar, analice esto con su pediatra, con otro
médico, un psicólogo o un proveedor de salud mental, quienes pueden darle
consejos y recomendarle clases para padres en su localidad que enseñan formas
positivas de lidiar con las dificultades en la crianza de los hijos.
Asegúrese
de que sus hijos sean supervisados
Los
niños dependen de sus padres y familiares para recibir aliento, protección y
apoyo a medida que aprenden a pensar por sí mismos. Sin la supervisión
adecuada, los niños no reciben la orientación que necesitan. Los estudios
indican que los niños sin supervisión suelen tener problemas de conducta.
Insista
en saber dónde están sus hijos en todo momento y quiénes son sus amigos. Cuando
no pueda vigilar a sus hijos, pídale a una persona de confianza que los vigile
por usted. Nunca deje a niños solos en la casa, aunque sea un breve período.
Anime
a los niños en edad escolar y mayores a participar en actividades
extracurriculares supervisadas como equipos deportivos, programas de tutoría o
recreación organizada. Inscríbalos en programas comunitarios locales, en
especial aquellos dirigidos por adultos cuyos valores usted respeta.
Acompañe
a sus hijos a actividades de juego supervisadas y observe cómo se llevan con
los demás. Enséñeles a sus hijos cómo responder adecuadamente cuando otros
recurren a insultos o amenazas o lidian con el enojo dando golpes. Explíqueles
que esas no son conductas adecuadas y anímelos a mantenerse alejados de los
niños que se comportan así.
Muestre
a sus hijos conductas adecuadas con su ejemplo
Los
niños suelen aprender siguiendo un ejemplo. La conducta, valores y actitudes de
los padres y hermanos tienen una gran influencia en los niños. Los valores de
respeto, honestidad y orgullo de su familia y las tradiciones pueden ser
fuentes importantes de fortaleza para los niños, en especial si se enfrentan
con presiones negativas de otros niños de su edad, viven en una zona violenta o
asisten a una escuela en una zona peligrosa.
La
mayoría de los niños actúan agresivamente a veces y pueden golpear a otra
persona. Sea firme con sus hijos con respecto a los posibles peligros que
implica una conducta violenta. Recuerde también elogiar a sus hijos cuando
resuelvan problemas en forma constructiva y sin recurrir a la violencia. Es más
probable que los niños repitan las buenas conductas cuando son recompensados
con atención y elogios.
Los
padres alientan a veces conductas agresivas sin saberlo. Por ejemplo, algunos
padres piensan que es bueno para un niño aprender a pelear. Enséñeles a sus
hijos que es mejor solucionar las riñas hablando con calma, y no con puñetazos,
amenazas o armas. Y más importante aún, no les pegue a sus hijos.
Sea
consecuente con las reglas y disciplina
Cuando
establezca una regla, aténgase a ella. Los niños necesitan una estructura con
expectativas claras para su conducta. Establecer reglas y luego no hacerlas
cumplir resulta confuso, esto puede suscitar que los niños se salgan con la
suya.
Para
establecer las reglas, los padres deben hacer participar a los niños siempre
que sea posible. Explíqueles qué espera y cuáles son las consecuencias de no
seguir las reglas. Esto los ayudará a aprender a comportarse de un modo que sea
beneficioso para ellos y para quienes los rodean.
Mantenga
la violencia lejos de su hogar
La
violencia en el hogar puede causar miedo y ser dañina para los niños. Los niños
necesitan un hogar seguro y lleno de afecto donde no tengan que crecer con
miedo. Un niño que ha visto violencia en su hogar no siempre se vuelve
violento, pero hay más probabilidad de que trate de resolver los conflictos a
través de la violencia.
Procure
que su hogar sea un lugar seguro y no violento, y siempre desanime el
comportamiento violento entre hermanos. Tenga en cuenta también que las
discusiones hostiles y agresivas entre los padres asustan a los niños y les dan
un mal ejemplo.
Si
hay situaciones de abuso o lesión física o verbal entre personas en su hogar,
obtenga ayuda de un psicólogo u otro tipo de proveedor de salud mental. Este
profesional lo ayudará a usted y a su familia a entender por qué se produce la
violencia doméstica y cómo detenerla.
Procure
que sus hijos no vean demasiada violencia en los medios de comunicación
Un
informe publicado a comienzos de este mes confirmó nuevamente que ver demasiada
violencia en televisión, en las películas y en los videojuegos puede tener un
efecto negativo en los niños. Usted como padre, puede controlar la cantidad de
violencia que sus hijos ven en los medios de comunicación.
Estas son algunas
ideas:
Limite
el tiempo de ver televisión de 1 a 2 horas por día. Asegúrese de saber qué
programas de televisión miran sus hijos, qué películas ven y a qué tipos de
videojuegos juegan. Hable con sus hijos sobre la violencia que ven en los
programas de televisión, en las películas y en los videojuegos. Ayúdelos a
entender cuán doloroso sería en la vida real y las graves consecuencias de las
conductas violentas. Analice con ellos maneras de resolver problemas sin
recurrir a la violencia.
Ayude
a sus hijos a oponerse a la violencia
Apoye
a sus hijos a oponerse a la violencia. Enséñeles a responder con palabras
firmes pero manteniendo la calma cuando otros insultan, amenazan o golpean a
otra persona. Ayúdelos a entender que se necesita más coraje y liderazgo para
oponerse a la violencia que para secundarla.
Ayude
a sus hijos a aceptar y llevarse bien con otras personas de diversas razas y
origen étnico. Enséñeles que criticar a las personas porque son diferentes es
algo hiriente y que insultar es inaceptable. Asegúrese de que entiendan que
usar palabras para comenzar o alentar la violencia, o aceptar silenciosamente
una conducta violenta, es dañino. Advierta a sus hijos que las amenazas y los
actos de intimidación pueden derivar en violencia.
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